Arroz con setas al horno, receta de la abuela

Este arroz con setas al horno nos recordará el sabor más tradicional de las recetas de pueblo hechas con todo el amor de una abuela. Aprovechar al máximo los ingredientes que nos ofrecía la tierra era uno de los objetivos de todas las madres y abuelas. La temporada de setas o los espárragos se saldaba con increíbles platos, en ellos un buen arroz que fusionaba las setas de temporada con un poco de carne de caza que abundaba en las neveras o congeladores. Si quieres redescubrir los sabores de toda la vida, atrévete a preparar un delicioso arroz con setas al horno.

Ingredientes:

Cómo preparar un arroz con setas al horno

1. La grandeza de cualquier arroz es controlar las cantidades de caldo y de arroz, deben ser exactos para que nos quede seco, especialmente si acabamos la receta en el horno.
2. Usaremos una buena materia prima que será la que nos asegure el acabado ideal. Buscamos la cazuela de barro de las de toda la vida que será la que usaremos en la parte final de la receta.
3. Nos ponemos manos a la obra con el sofrito, la base de todo arroz y casi que de cualquier plato tradicional.
4. Le quitamos las semillas al pimiento y lo cortamos en trocitos del mismo tamaño. Vamos a poner en una sartén un chorrito de aceite y empezamos a pochar el pimiento.
5. Mientras el pimiento se va poniendo blandito, seguimos con las setas, las lavamos bien y cortamos en trocitos del mismo tamaño para que se cocinen a la vez.
6. Incorporamos las setas al pimiento y le añadimos la cabeza de ajos Dejamos que se cocinen estos ingredientes durante unos minutos.
7. Cuando las setas hayan disminuido tu tamaño y estén doradas, le añadimos el arroz. Sellamos el grano e incorporamos el tomate, el pimentón y el azafrán.
8. Removemos todo bien y pasamos a una cazuela de barro. Será el momento de ponerle el caldo de verduras.
9. Rectificamos de sal y pimienta antes de que se termine de cocinar este arroz al horno. Lo pondremos a 200º unos 20 minutos.
10. Podemos taparlo con papel de aluminio, cuando empiece a dorarse, para evitar que se queme por arriba y conseguir que se cocine de forma uniforme.